Se trata de un pequeño pueblo minero, que pertenece al término de Almodóvar del Campo, y aunque en la actualidad apenas quedan habitantes (no llegan a la docena), a principio del siglo pasado, había una población de aproximadamente cinco mil personas.
Como lugar para encontrar minerales, no hay que esperar encontrar grandes piezas, pero en calidad de micros y sistemática, siempre puedes llevarte agradables sorpresas, tanto en variedad como en calidad.
De estas minas se explotaba ante todo el Plomo y la Plata, que básicamente se extraía de la Galena, pero también aparecía la Plata en su formación natural denominada como Plata nativa.
Hoy en día los minerales más buscados por los coleccionistas en esta localidad, son sin duda los fosfatos, como puede ser Piromorfita, Cacoxenita, Kintoreita, Strengita, Turquesa-calcosiderita, Dufrenita, Plumbogumita y Beraunita.
Además de los fosfatos, aparecen otros minerales como Anquerita, Pirolusita, Cuarzo, Goethita, Siderita, Limonita, Cuprita, Pirita, Anglesita, Cerusita, Malaquita, Covellina, Calcopirita, Calcosina, Bornita, Bournonita, Tetraedrita, Cobre nativo, Linarita y Coronadita, sin olvidarnos de las ya mencionadas Galena y Plata nativa.
Además de minerales, merece la pena visitar el yacimiento por sus monumentos histórico-mineros tales como los castilletes del Pozo Argentino, Pozo San Juan, etc.… y sin duda uno de los edificios que más me han impactado, el edificio con forma de castillito en el que fue instalada una dinamo para producir la luz necesaria para abastecer el alumbrado de las calles de toda la población.
Por otra parte, hay que lamentar el derribo a principio de los años noventa, de otras construcciones emblemáticas, que también formaban parte del patrimonio minero de Minas del Horcajo, para la construcción del AVE.
Estas obras eran el edificio de la estación del ferrocarril, La chimenea de ladrillo del sistema de desagüe del pozo argentino con máquina de vapor y otras instalaciones que aunque no tenían una relación directa con las labores mineras, si que tenían su importancia por la relación social del pueblo en la época de su mayor apogeo, como puede ser la plaza de toros.
Además de minerales, merece la pena visitar el yacimiento por sus monumentos histórico-mineros tales como los castilletes del Pozo Argentino, Pozo San Juan, etc.… y sin duda uno de los edificios que más me han impactado, el edificio con forma de castillito en el que fue instalada una dinamo para producir la luz necesaria para abastecer el alumbrado de las calles de toda la población.
Por otra parte, hay que lamentar el derribo a principio de los años noventa, de otras construcciones emblemáticas, que también formaban parte del patrimonio minero de Minas del Horcajo, para la construcción del AVE.
Estas obras eran el edificio de la estación del ferrocarril, La chimenea de ladrillo del sistema de desagüe del pozo argentino con máquina de vapor y otras instalaciones que aunque no tenían una relación directa con las labores mineras, si que tenían su importancia por la relación social del pueblo en la época de su mayor apogeo, como puede ser la plaza de toros.
El paisaje, con su fauna y flora también merecen la pena, ya que al estar rodeado de cotos de caza mayor, no es difícil encontrarse por las inmediaciones con algún ciervo.


